Consiste en la ligadura, corte y separación de la continuidad del conducto deferente masculino (conducto deferente), que transporta esperma.
Es una intervención simple que se realiza bajo anestesia local y no requiere hospitalización.
Consiste en la resección de dos a cuatro centímetros del conducto deferente en su sección escrotal.
Se hace una pequeña incisión en el saco del escroto sobre el testículo, se extrae ligeramente el conducto y se extrae un pequeño fragmento; los extremos sueltos se ligan, engrapan o cauterizan para evitar la reintegración.
Luego, el procedimiento se repite en el lado opuesto, las incisiones se cierran y la operación se completa en aproximadamente 20 minutos. Después de la vasectomía no hay cambios en la respuesta sexual, a lo que la erección y la eyaculación permanecen sin cambios.
El líquido seminal continúa produciéndose en la misma cantidad, pero no tiene esperma, lo que significa que no puede fertilizar.
Existe la técnica de vasectomía sin bisturí inventada en China en 1974, que es menos invasiva porque tiene una sola incisión o pequeños pinchazos en comparación con las dos incisiones habituales, no requiere sutura para cerrar el escroto, consume menos tiempo en la operación y no tiene tantas complicaciones.
La vasectomía tradicional puede conducir a problemas psicológicos como impotencia, sensación de castración debido a malentendidos en la naturaleza del método o presiones socioculturales.
También puede producir dolor testicular, hinchazón, inflamación o hematomas en la región en los primeros días. Contrariamente a esto, es muy efectivo, económico e inofensivo debido a la ausencia de riesgo anestésico.
Sin embargo, la cobertura anticonceptiva no es inmediata, por lo que se debe usar otro método anticonceptivo hasta que la azoospermia sea evidenciada por un seminograma, esto generalmente se logra después de aproximadamente 15 o 20 eyaculaciones posteriores a la intervención.
La vasectomía reversible utiliza un dispositivo intravascular, aunque está un poco más retrasado que el anterior, presenta menos complicaciones como dolor, epididimitis congestiva y granuloma de esperma; a su vez, se obtiene un mayor grado de satisfacción en las relaciones sexuales.
Este procedimiento es tan efectivo como la esterilización femenina, pero no es muy común que los hombres accedan a este procedimiento, dejando que las mujeres realicen la intervención más por un asunto social.
Bibliografía.
Crooks, Robert. Baur, Karla. Nuestra sexualidad